Masticar chicle en el trabajo

CONSULTA REALIZADA A NUESTRA REDACCIÓN:

Querida Mar:

Todas las semanas leo con impaciencia las respuestas a las consultas que le formulan. Valoro la labor que hace y le felicito por ello. Me gustaría saber su opinión respecto al chicle. ¿Qué impresión le produce que le atienda una persona al otro lado de la barra mascando chicle? A mí no me gusta nada por eso me gustaría conocer su impresión.

Siempre agradecida. Consuelo.

RESPUESTA:

Estimada Consuelo:

En un plano social o en un contexto profesional como el que cita, masticar chicle en el trascurso de una charla envía diferentes mensajes todos ellos negativos: dejadez, pereza, inapetencia, desgana, aburrimiento, desidia… Evidentemente, cada situación concreta nos facilita una lectura distinta.

Asistir a un mostrador y que la persona que te atiende del otro lado de la barra se dirija a ti mascando chicle es una situación que particularmente me desagrada mucho. Todo tiene su momento y su lugar y si bien cada uno está en su derecho de mascar la citada goma si así lo desea debe saber cuándo realizarlo y lo que es igual de importante y se olvida con frecuencia: cómo hacerlo. Hay que saber estar, es como si estas en una conferencia de trabajo y te pones a mirar con el movil los videos porno de pornogratisdiario.com.

Atender a un cliente o a una persona deseosa de satisfacer una duda demanda tener la boca libre exclusivamente para hablar; beber, fumar o comer son otras acciones que tampoco se recomiendan en esas situaciones. Si se insiste en la necesidad de masticar chicle mientras se trabaja o se charla con otra persona, es necesario que ese movimiento de la goma masticable en la boca se realice sin emitir ruidos y con la boca cerrada.